LA REINA DE CONSTITUCIÓN
Autorx: Leonardo Klimann Cherñavsky
¿Quién se lo diría? ¿Quién tendría el valor? Que a partir de ese momento era viuda, sin sueldo y con el enorme dolor y un gran agujero negro, que es el asesinato de un ser querido, y sin muchas posibilidades de encontrar un verdadero culpable para, por lo menos, darle sentido a la muerte de un enorme, de un gran ser humano como él. Yo, La Reina de Constitución, no podía dejar de llorar, todos los rastros estaban deformados, entristecidos y doloridos. La muerte, una vez más, le había ganado la partida a la vida. No había más nada que hacer.
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