"CONTRA TODOS LOS FUEROS DE LA MUERTE"
El suceso cervantino
Autorx: Jacques Lezra
A Cervantes, manosearlo. El toqueteo, la falta de respeto. Que no quede palabra cervantina sin derogar; busquemos un Cervantes deshonrado: profano. Minúsculo: cervantes. A Cervantes hay que saltarle a la cara; desfetichizarlo; deshacer su obra; irle a la mano. Que ya no sirva. Para nada—para ningún proyecto dado o, si no, que sirva para todos, para lo que ocurra, para lo que nos ocurra y para lo que se nos ocurra. Pero no, pero nunca un Cervantes universal. Pretendo encontrar un Cervantes entre otros, que sirva para esto, pero no para lo otro; aquí sí y allá no.Un Cervantes entre otros o entre muchos. Más aún: unos Cervantes, unas obras hechas, construidas, con todo lo que eso implica: obras que se pueden y que se deben deshacer (como todo lo hecho y como todo lo construido), que se nos deshacen; que se le deshacen a un “nosotros” que a su vez se deshace y que deshacemos y deconstruimos. Un Cervantes en obras, que se desmenuza.Nadamos a contracorriente … Desfetichizar a Cervantes, manosearlo, deshacerlo, denigrarlo, traducirlo—es decir, aprender a leerlo de nuevo, con finalidades distintas a las que hemos heredado, anquilosadas. ¿Será posible? No conseguiremos sacarlo, contra todos los fueros de la muerte, de las tumbas en las que lo hemos sepultado: el nacionalismo, el excepcionalismo, la tumba perdida de la nostalgia, la del humor regional, la de la prepotencia imperial, la de la humildad colonial. No nos lo propongamos tampoco.
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